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Día de campo:

Analizan resultados preliminares de proyecto de restauración de bosque esclerófilo

Analizan resultados preliminares restauración bosque esclerófilo

La Estación Experimental German Greve Silva fue el escenario para revisar los avances preliminares del proyecto liderado por el Profesor Luis Piña, cuyo objetivo es el de Evaluar la factibilidad de utilizar el espino como árbol nodriza para el proceso de restauración activa del bosque esclerófilo en la zona central de Chile.

El proyecto de investigación contempló a cuarenta espinos que cumplen la función de nodrizas, para más de 600  ejemplares  de quillay, peumo, litre y maitén.
El proyecto de investigación contempló a cuarenta espinos que cumplen la función de nodrizas, para más de 600 ejemplares de quillay, peumo, litre y maitén.

La intensa lluvia que cayó sobre la Región Metropilitana el pasado 22 de junio no fue impedimento para realizar en la Estación Experimental German Greve, un Día de Campo, actividad que  se enmarca como parte  del proyecto CONAF 28/2020 "Restauración activa del bosque esclerófilo en terrenos de pastoreo, usando el espino como especie nodriza", financiado por el XI Concurso del Fondo de Investigación del Bosque Nativo de CONAF, cuyo director responsable es el Prof. Luis Piña, académico del Departamento de Producción Animal de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile.

En el encuentro, profesionales de CONAF, estudiantes de la carrera de Ingeniería Agronómica de la FCA y otros asistentes, revisaron los principales resultados que se han obtenido en la ejecución del proyecto, los cuales son especialmente relevantes en las acciones de restauración del bosque esclerófilo que se desarrollan en la zona central del país.

"Es muy motivante ver el interés por las temáticas relacionadas con la restauración del bosque esclerófilo y el manejo silvopastoril de espinales, que se refleja en las múltiples preguntas y comentarios por parte de los asistentes al Día de Campo, muchos de ellos profesionales de CONAF que asesoran a productores en el manejo de estos ecosistemas, así como también por el deseo de conocer los resultados finales que se obtendrán en los ensayos del proyecto", señala el profesor Luis Piña, director del proyecto.

Cabe destacar que el objetivo general del estudio es la de Evaluar la factibilidad de utilizar el espino (Acacia caven) como árbol nodriza para el proceso de restauración activa del bosque esclerófilo en la zona central de Chile.

El llamado efecto nodriza es una suerte de colaboración entre plantas, en que las más grandes o adultas generan un ambiente favorable para la vida bajo la proyección de su copa, sea ésta un árbol o un arbusto. En el caso de este proyecto se escogieron cuarenta espinos que esperan cumplan esta función de nodriza, donde se plantaron bajo y alrededor de cada uno de ellos 16 árboles de las especies quillay, peumo, litre y maitén para realizar la investigación.

Resultados preliminares

Los resultados generales que se esperan en los 42 meses que durará este estudio es que el espino como nodriza, permita acelerar el proceso de restauración activa de las especies arbóreas en estudio, aumentando la tasa de crecimiento y el porcentaje de sobrevivencia de las plántulas.

A modo particular, con el efecto nodriza de los espinos debería observarse una disminución de las necesidades de agua de riego requeridas para la sobrevivencia de las plántulas en los primeros años del proceso de restauración activa, disminuyendo así los costos asociados a dicha práctica y aumentando el porcentaje de sobrevivencia de las especies arbóreas a restaurar.

Con respecto a este último punto el director del proyecto explicó que en los resultados preliminares de la investigación se concluyó que en las especies que tuvieron una mejor respuesta se observó una disminución de la necesidad de riego de las mismas, es decir, que la humedad se mantiene más eficientemente bajo la copa de los árboles, lo que permitiría riegos menos frecuentes.

En cuanto a la capacidad de restauración de las cuatro especies en estudio, Luis Piña explicó que la de mejor respuesta ha sido el Quillay. “Aún cuando los animales (conejos) consumen las plantas dejando un pequeño tallo de aproximadamente 3 milímetros de altura el Quillay vuelve a brotar, no así el resto de las especies en estudio, que, aunque se supone son especies adaptadas a las condiciones de la zona, al parecer – y es parte del análisis final del estudio- algunas de ellas necesitarían que el bosque esté relativamente establecido para reaparecer “, señaló el académico.

Una vez finalizado el proyecto, se pretende obtener un plan de manejo para el fomento de la restauración activa del bosque esclerófilo, que involucre una propuesta de manejo conjunta de la formación vegetal actual (espinal), la restauración de especies arbóreas del bosque esclerófilo y un manejo silvopastoril acorde al proceso de regeneración de la formación vegetal.

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